GASTRONOMÍA Y AMOR

Lo más maravilloso de la vida es sentarse en medio del tiempo, besar una fotografía desde el aliento con sabor a recuerdo, caminar por tu propio destino imaginado todas y cada una de esas pinceladas que componen el lienzo de tu alma. No se puede degustar el silencio, para que caminar sin rostro por esa esquina.El amor y el arte, la gastronomía de un deseo, para que ocultar que sientes hambre, ver como se compone de alegrias y colores la presentación de una mesa, no importa que sea cena, almuerzo, desayuno, solo basta el deseo de conversar, la sobremesa y el instinto, la particularidad de poder amar el tiempo, de sentir cada sabor que se combina para la inmortalidad.
El amor como todo deseo se compone de aquellos fragmentos que vamos encontrando en las calles, pero el amor se conquista tambien por el sabor de un plato perfecto, por esa sensación de saborear la eternidad y no importa que ingredientes tenga, no siempre serán los mismos, cada quien necesita una pizca de sazón diferente, porque el amor es como la verdad, cada quien esconde la suya, cada quien se aproxima a la pared y escribe su historia.Los amores, la vida, el tiempo, esos platillos, esa conversación posterior a la cena, las velas, el tenedor que queda palpitando en una caricia de miradas, una copa de vino, el sonido indiscutible de una antigua y romántica melodía que incita al beso, al abrazo, a esa perfecta atracción de sexo y eternidad, la luz de las velas, el ronroneo de besos que descubren cual es el destino más cercano.
Todo lo que nace de las manos del hombre regresa al corazón...