ZACAHUIL



Los zacahuiles son unos tamales inmensos que a veces alcanzan ¡hasta 5 metros de largo! Proceden de la Huasteca y de la sierra hidalguense, donde en el pueblo de Ixtlahuaco señoras como doña Pompeya Mendoza son famosas por su perfección en la elaboración de ese platillo. Los zacahuiles están hechos a base de masa de maíz martajada, mezclada con manteca de cerdo y chiles molidos con especias y sal, que luego se rellenan con grandes trozos de carne de cerdo cruda, y muchas veces también le añaden un guajolote entero cortado en piezas; luego se hace una cama gruesa con hojas de “papatla” o en su defecto de plátano, se untan con la masa, se añade el relleno y se envuelven con otro tanto de hojas de “papatla”, dándole forma de un tamalote. El envoltorio se amarra con un mecate grueso, luego con alambre y se mete en un horno de leña que deberá estar bien caliente, se tapa el horno con dos ladrillos grandes y se sella muy bien con barro para que no escape el calor. Se deja cocer de diez a doce horas. Se abre entonces el horno y se saca el zacahuil sobre una gran batea de madera, la cual es transportada entre varias personas al lugar donde se va a consumir. En la Huasteca los zacahuiles suelen ser de una consistencia más aguada, más atolosa.

Los zacahuiles se sirven frecuentemente en bodas, fiestas religiosas, XV años y bautismos; también los venden en porciones los días de mercado en las poblaciones cercanas. De un zacahuil comen desde 50 a 150 personas, dependiendo del tamaño del mismo.


Ingredientes:

* Maíz blanco.
* Carne de pollo, gallina o puerco (de preferencia se usa la parte superior del lomo der un puerco adulto o bien un lechón entero recién destetado).
* Salsa de chiles guajillo, ancho y morita, ajo, cebolla y agua, todo molido en metate.
* Hojas delgadas, hojas gruesas llamadas papatlas y pencas de plátano, todas recién cortadas.

Modo de hacerlo:

El maíz se hace nixtamal a base de hervirlo en agua con cal para darle cocimiento. Se cuela y se vierte sobre otra cazuela. A ésta se le agrega un poco de agua limpia hasta lograr que el maíz se deshaga, volviéndolo fibroso. Una vez hecha la "fibra", se le quita el agua al maíz y se deja orear durante tres o cuatro horas. En seguida se muele de una sola pasada en metate o molino de mano, hasta obtener la masa.

Mientras tanto, la carne se corta en trozos, se le agrega la sal y se macera o golpea en crudo sobre una tabla. Ya macerado, se revuelve con la salsa y se deja reposar unas cinco horas hasta que se impregne totalmente. Luego hay que distribuir la carne en la masa, sobre todo hacia el centro del tamal. Después se encuelve en las hojas delgadas de plátano y encima una segunda envoltura con las papatlas. El tamal se cubre a lo largo con las pencas de plátano, de modo que los extremos sobresalgan unos 30 centímetros del tamal, y se amarran con mecate o ixtle. Todo debe estar perfectamente cubierto y amarrado de manera que no escape nada de vapor.

Finalmente se cuece durante un lapso de 12 a 15 horas, ya sea en horno de pan o en horno bajo tierra con techo de barro, a una températura de 170 grados centígrados. Si el zacahuil no se abre después de cocido, puede durar otras 15 horas conservando su temperatura.